En este video te contamos la historia de cómo Tony Robbins, uno de los líderes más influyentes en desarrollo personal y finanzas, pasó de vivir en la pobreza a construir un imperio millonario gracias a los consejos de su mentor Jim Rohn.
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Los 3 Pasos de Tony Robbins
Aquí tienes tres consejos prácticos que Tony utilizó para transformar su vida y que tú puedes comenzar hoy mismo:
1. Rompe tus creencias limitantes
La mayoría de las personas nunca logra sus sueños porque están atrapadas por excusas y creencias que no son ciertas. Tony solía decirse a sí mismo: «No tengo dinero, no tengo educación, no tengo suerte», pero un día hizo algo simple y poderoso: escribió todas esas excusas en una hoja de papel, luego se sentó y se preguntó: «¿Es esto realmente cierto o simplemente me estoy contando historias que me mantienen en mi zona de confort?». Haz lo mismo, escribe tus excusas, léelas en voz alta y desafíalas. Tal vez descubras que muchas de ellas no tienen fundamento y que en realidad lo único que te detiene es el miedo a intentar algo nuevo.
2. Invierte en tu educación y crecimiento personal
Tony solía decir: «No importa cuánto dinero tengas, siempre puedes invertir en tu mente». Y es cierto, no necesitas gastar una fortuna para empezar a aprender. Puede ser un libro que te inspire, un curso en línea que amplíe tus habilidades o incluso algo tan simple como dedicar 10 minutos diarios a ver contenido que te motive y te enseñe algo nuevo. Recuerda, cada vez que inviertes en tu mente, estás construyendo una base para el éxito, y esa inversión nunca pierde valor.
3. Actúa con excelencia incluso en las pequeñas cosas
Esta es quizás la lección más importante que Tony aprendió de su mentor, Jim Rohn: «La forma en que haces cualquier cosa refleja cómo haces todo». No importa si estás en un trabajo que no amas o en una situación que parece pequeña, si actúas con excelencia ahora, estás entrenando tu mente y tu carácter para las grandes oportunidades que vendrán. Por ejemplo, Tony comenzó siendo excelente en su trabajo como lavaplatos, no porque soñara con ser el mejor lavaplatos del mundo, sino porque sabía que ese hábito de dar lo mejor de sí mismo lo prepararía para algo más grande. La clave está en dar pasos pequeños, pero consistentes.
